AUSENCIAS, VACÍOS, SOLEDADES (fragmento)
III
Desde la boca del estómago
me fue subiendo una grandísima tristeza.
Congestionó de inmediato el pecho
la garganta, los ojos, el cerebro.
No sé si yo también la proyecté al exterior
o era otro tipo de tristeza
la que se instaló en los muebles
en todas las paredes de la casa.
Se notaba el pesar en los trastos
en cada libro, en cada hoja.
Una capa de tristeza en cada objeto.
Qué tristes las puertas
qué triste el piso y la mesa y la cama.
Y qué tristeza en el comedor y la cocina.
Como si hubiesen muerto todos…
Como si ya nadie fuera a Hacer uso de nada
y una tristeza que no llora nadie
se quedara a habitar en la casa.
Una tristeza fría.
Una tristeza seca.
Una tristeza muda.
Como un sepelio múltiple…
Una tristeza densa y encimada.
Una tristeza para siempre
que no consuela nadie
que no consuela nada.
Una tristeza inconvaleciente.
Agaché la cabeza de tristeza
Me enrosqué en las cobijas
y me tapé los ojos de tristeza.
Una tristeza a oscuras.
Un insomnio de tristeza.
Un miedo de tristeza.
Como las últimas horas de un suicida…
Alejandro Cerdá teoría de la inactualidad
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